lunes, 16 de marzo de 2015

Escapada


No desatiendo a mi soledad, 
que desde un rincón del silencio 
sonríe amistosamente.

Y saldremos a saborear las nubes de algodón, 
dulces de tanto volar.

Miraremos por los balcones del viento 
cómo pasan los halcones chirriantes, 
las garzas contoneándose 
y los buitres de ojo avizor.

Solos, mi soledad y yo.

Desayunaremos tés de suaves susurros, 
magdalenas de esponjosa ternura 
y zumos de líquidos suspiros.

Entre sorbo y sorbo, un aliento, 
entre el paisaje un camino, allí, a lo lejos, 
nos recordará nuestros pasos. 

Reiremos, animados por la memoria,
de los momentos felices que sujetamos
levemente con los dedos.

Y descansaremos, 
antes de emprender de nuevo el viaje...

Solos, mi soledad y yo.




1 comentario:

  1. La soledad es el lugar más tranquilo del mundo. La soledad es, a su vez, el lugar más terrible y cruel del mundo.

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