Ayer te vi por las calles de Madrid.
Encendías tu sonrisa y arrastrabas un candil.
Un sombrero blanco de brillos sin luz volaba entre las miradas perdidas de sueños a medio despertar. Contoneabas tus caderas al son de una música imaginada y bordeabas el tul rojo de la bailarina sin cisne. Seres de la fantasía en un paisaje de sensaciones ocultas, de humanos tras su cerveza, y alegrías consumidas por la sombra de una sombrilla.
Ayer te vi y noté en tus ojos ese deseo de más excelsos escenarios. Sin paseantes de esquiva mirada y desdén molesto. Con cientos de ojos vibrando en la oscuridad. Tu sonrisa dibujaba círculos en el aire con venas de humo. Y saltabas, saltabas incansablemente en busca de tu luna de fulgores invisibles.
No sé cuánto de pequeño podías ser, pero aparentabas grande, sobre los zancos de difícil equilibrio. Caminabas acompasadamente en tu danza de momentos perdidos, de futuros de ilusión y de esperanzas sencillas.
Y un guiño de tus ojos me contó un cuento sin argumento.
hola eduardo, este poema lo escribí x las horas peli, x virginia woolf y no sé por qué más... un saludo toñi vicente from pucela
ResponderEliminarLAS HORAS
Godot no
Llueve
Todo es silencio en el río.
la dama dulce se sumerge en sus aguas cansadas.
Y las piedras silban al agua que las hunde en el estiércol
Llueve.
Todo es silencio en el río,
Nada cambia.
sin embargo los focos señalan la orilla con toallas desteñidas
La barca pierde sus piernas en la tierra sin manteles
El árbol seco y extinto ladra las cinco de la tarde
Y Godot no llega.
Al caer la noche desnuda sus espumas
Mientras salpican letanías como basura ajena enajenada.
Nada es lo que parece que no es.
El niño viejo salpica sus dientes mientras no salta la rana
El vacío de unas bragas de muerta se hiela en los ojos del que mira
Llueve
Todo es silencio en el río
Y la dama dulce se sumerge en sus aguas cansadas
¡Qué bonito, Toñi!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo. Un beso