Me he comprado un año nuevo.
Tenía un 2013 que estaba muy usado y lo tengo que cambiar. No es que esté descontento de él. Al contrario, me ha sido muy útil durante sus 365 días. Pero ya he exprimido todo lo que daba de sí y necesito cambiarlo.
Demasiado ha soportado el pobre. Me ha hecho conocer gente maravillosa que me ha cuidado, dado cariño y con los que he compartido grandes momentos. También ha conseguido que me reencontrase con seres queridos y afianzar amistades de muchos años. Y, como de todo se aprende, incluso me ha ofrecido personas egoístas, interesadas y poco comprensivas que me han demonizado cuando no les he dado lo que ellos querían. De todo ha habido: afines y desafines (musicales, incluso). Gracias por todo ello, por el cariño recibido, por la energía que los buenos amigos me han insuflado y por las bofetadas de los incompatibles que me han hecho más duro y más seguro de mí mismo.
Hoy me decía un amigo que "con los años se te va la necesidad de dar explicaciones". Sin duda, este 2013 se ha llevado gran parte de esa necesidad. Por eso creo que ha sido un año aprovechado.
Ahora estoy desembalando el nuevo año. Un flamante 2014 que viene envuelto en papel brillante. A estrenar, completo y sin ningún desperfecto. Como cuando se estrenaba un cuaderno en el colegio, estoy dispuesto a escribir los renglones más rectos y a utilizar la letra más impecable. Quizá se me tuerza algún párrafo, pero sé que la ilusión, los proyectos y la gente que tengo a mi lado van a conseguir que viva doce meses magníficos. La ventaja de este 2014 es que viene con unas instrucciones claras y no voy a estropearlo usando el combustible del odio, ni arrastrarlo por el barro de la mediocridad, ni golpearlo con tonterías ni memeces. Además lo voy a mantener impoluto con el abrillantador de la verdad.
Bienvenido, 2014, juntos lo vamos a pasar bien.
Espero que se vea mi comentario. Ha desaparecido!!
ResponderEliminarTe decía que me unía a tus propósitos. Feliz 2014!!
Me ha gustado esta entrada en tu blog. ¡Feliz 2014!
ResponderEliminarGracias, Luz y Jaime. Espero que coincidamos en esos buenos momentos para disfrutarlos juntos.
ResponderEliminarAquí, un apasionado del doblaje y un admirador tuyo y de todos vosotros. Si no fuera por ti, Stewie Griffin no sería uno de mis iconos y referentes culturales.
ResponderEliminarSois los mejores. El doblaje es un arte, y vosotros sois unos auténticos artistas. Os llevo escuchando toda mi vida. En televisión, en radio... yo he querido ser uno de vosotros, pero no he sido capaz. La sincronía labial es un ejercicio dificilísimo. Y mi voz tampoco es algo especial. Estuve en dos clases de doblaje, y lo dejé. Sincronizar es, para mí, como las Matemáticas (por eso soy profesor de Lengua;P). Sé lo difícil que es vuestro trabajo. Os defiendo y os defenderé siempre.
Un abrazo y nos vemos por aquí, si no te importa, ¡mi admirado Eduardo-Stewie!
Rafa
Gracias, Rafa, por tus palabras.
EliminarRecibo tus halagos desde la humildad de un simple actor que intenta mejorar día a día. Y que, por respeto a seguidores como tú, me esfuerzo en cada trabajo para no defraudaros.
Un saludo