viernes, 1 de marzo de 2013

Púrpura bajo el blanco


     Los suaves copos de nieve bailaban su danza entre las luces del amanecer. Posaban su frialdad en la suave alfombra que iba cubriendo la tierra azotada por el tiempo.

     Unos pequeños tallos con una flor de color púrpura intentaban mantenerse sobre el húmedo manto. 

     Silenciosamente, los copos de nieve seguían deslizándose a través del aire y cubriendo más y más los áridos surcos del campo. 

     Se erguía la flor en un último esfuerzo por mantenerse a la vista del sol que ya asomaba por el horizonte. Sus pétalos resistían levemente, esperando que la cálida luz de la mañana le ayudasen a mantener su integridad.

     La insistencia de la nevada hizo que el suelo se cubriese de un palmo del blanco lienzo.

     El diminuto tallo quedó enterrado en una muerte prematura sin saber si la calidez del día llegaría a tiempo para evitar su muerte.     
     



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