El miedo, ese subrepticio compañero que se cuela por las venas de quienes no están seguros de sí mismos.
Aunque nunca lo reconocerán, la repulsión que algunos tienen a cuanto les pueda hacer sombra nace de la propia duda de su valía.
Por eso yo nunca me he considerado gran cosa, y tengo que ganarme MI confianza día a día. De lo más bajo partí y sé lo que es conseguir paso a paso con esfuerzo lo poco que he conseguido. Y así seguiré día a día, sin acostumbrarme pero sin dejar de luchar por cada objetivo. Por pequeño que sea.
Nunca me regalaron nada y nunca firmé un contrato de por vida.
A por otro reto más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario